A Don Ernesto Arriola Trejo (QEPD - 2-Abril-2009)

Todavía recuerdo aquél primer viaje a Acapulco en el que empezó como
un curioso embrollo y una oportunidad para conocerte.

En ese entonces Rodrigo y yo jugabamos a ser muchachos en la plena adolescencia y
agradezco la fortuna de poder haber comaprtido esa primera experiencia que abrió más que
la puerta de una casa... abrió el corazón y sembró la semilla del amor a una familia...
MI FAMILIA con ustedes.

Desde entonces cada experiencia que pasé contigo se convirtió en un tesoro,
en una enseñanza y en un consejo. Y mientras avanzó el tiempo y la amistad con Ro,
la aventura que empezó en un Acapulcazo terminó en lo que hoy atesoro con tanto cariño
en el fondo del corazón. Te convertiste para mí en un ejemplo a seguir, en
un modelo a imitar, en un héroe al que hay que admirar...
te convertiste en un amigo y en otras tantas cosas que sólo puedo resumir en
una sola persona. Te convertiste en mi segundo papá.

Recuerdo con cariño las bromas y por supuesto también los regaños,
pero siempre voy a guardar el orgullo que siento al saber que eres
el papá de mi mejor amigo al que puedo ver a los ojos y decirle hermano.

Me siento afortunado por poder ser parte de la vida de Ro y
estoy enormemente agradecido de poder haber tenido el honor de conocerte.

Ahora que no estas me atrevo a tutearte, y no es por perder el respeto que siempre te tuve;
es sólo que siento la necesidad de romper y recortar el espacio que ahora existe y
que no podré recuperar.

Vivirás por siempre en la memoria de la gente que has dejado marcada con esa
tinta indeleble que sólo tu podrías imprimir. Pero más importante aún...
vivirás eternamente en el corazón de todo aquel que te conoció.

Hoy te agradezco por la persona que eres y que con tanto cariño,
amor y respeto guardamos en el corazón de todos nosotros.

atte. kat

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Nota personal: Cuando sea grande quiero ser como tú...